Aunque este análisis es del 2015, CTA quiere compartirlo con todos ustedes pues es bueno recordar términos de Renta Básica en España.
JLG (CSU-Extremadura) FSC (federación Sindical de Clase)
El origen teórico – Renta Básica Universal
Esta propuesta surge de elementos de la autodenominada
“intelectualidad”, filósofos, académicos, etc. Provenientes de lo que podría
considerarse como “posmodernismo”,
corriente ideológica que experimentó un especial impulso a raíz de los procesos
contrarrevolucionarios en el Este de Europa y que en general ensalza lo
individual frente a lo colectivo, sustenta lo que se teorizó como “el fin de la
Historia”, es decir, la asunción del
sistema capitalista como algo definitivo e inmutable. También la superación del
concepto de clases sociales y por lo tanto de la lucha de clases,la
desaparición de la Clase Obrera y la sustitución de estos conceptos por los de
“multitud”, “gente” o “ciudadanía”. Algo que políticamente se materializó en
España fundamentalmente, aunque no exclusivamente, en movimientos
pequeño-burgueses “ciudadanistas” como el llamado 15 M que a su vez derivó en
Podemos.
Este concepto de Renta Básica Universal, según definición de
sus propios promotores, consiste en:
“La renta básica universal (RB) o ingreso ciudadano (IC) es un ingreso pagado por el estado, como derecho de ciudadanía, a cada miembro de pleno derecho o residente de la sociedad incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre o, dicho de otra forma, independientemente de cuáles puedan ser las otras posibles fuentes de renta, y sin importar con quién conviva”
Como vemos, el concepto en sí mismo obvia la existencia de
clases sociales, sus condiciones de vida y las contradicciones entre estas.
Pero detrás de esto hay además
concepciones verdaderamente perversas e indecentes.
Ellos realmente le están “solicitando” a las oligarquías, a
las multinacionales de los “países desarrollados”, es decir, del Centro
Imperialista, que sean “buenos” y “generosos” y que repartan entre sus
“ciudadanos” por igual, una parte del botín extraído de la explotación y el
saqueo de los pueblos de los países dependientes. Explotación y saqueo que se
garantiza mediante el genocidio de estos pueblos si es necesario y que provocan
las hambrunas y conflictos armados en el mundo.
Esto es lo que proponen estos “bienpensantes” y
“caritativos” intelectualoides burgueses. Y ellos son perfectamente conscientes
de esto. Otra cosa son aquellos individuos con buena fe, con sensibilidad
social, pero que han involucionado desde la ideología social clasista, desde el
análisis científico de la Historia y de la realidad social, hasta este engendro idealista “ciudadanista”,
producto, en muchos casos, de su propia derrota ideológica personal.
La realidad – Renta Básica de Inserción
Lo que realmente se aplica en la práctica, con variaciones
según la comunidad autónoma, es la llamada “Renta Básica de Inserción”, que no
es más que un ínfimo subsidio de supervivencia aplicable teóricamente a casos
extremos de exclusión social.
Esto, que no es nada nuevo, se aplica, no por ninguna
“sensibilidad social” de las administraciones ni, por desgracia, tampoco es
resultado de la movilización masiva de los sectores de la clase trabajadora
afectados. El Régimen intenta evitar conflictos sociales y contra la sacrosanta
propiedad, derivados de la situación de desesperación de sectores cada vez mas
amplios de la sociedad. El objetivo real es el “adormecimiento” de estos
sectores y su neutralización en la Lucha de Clases.
La llamada “Renta Básica de Inserción” no es mas que un
ridículo sucedáneo de subsidio social que solo llega a una mínima parte de
trabajadores desempleados sin prestación ni subsidio de desempleo y cuya
implementación es confusa, arbitraria y
subjetiva, dependiendo los criterios para su adjudicación de cada
administración autonómica y local y de los fondos disponibles.
Por si fuera poco, en muchos casos tanto desde la Seguridad
Social como de Hacienda se permiten embargar sin ningún escrúpulo este supuesto
subsidio, a pesar de que está expresamente prohibido por ley. Es un caso más de
esa prevaricación impune bastante generalizada en los distintos aparatos del
Estado en este país.
En otros casos, a los perceptores de esta “Renta” se les
obliga a trabajar en instituciones públicas sin ninguna remuneración adicional.
Realizan el mismo trabajo que el resto de trabajadores del servicio pero
percibiendo la mitad de la remuneración.
La propuesta desde una perspectiva Clasista
La reivindicación desde el Sindicalismo de Clase y en
general desde lo que se conoce como Movimiento Obrero ha sido, desde sus
orígenes, invariablemente la misma: TRABAJO. Porque el trabajo no es ni un
privilegio ni una concesión. Es un DERECHO, y como tal debe exigirse su
cumplimiento.
No admitimos que el desempleo sea una fatalidad inevitable
ni algo que pueda considerarse “natural”. El desempleo es consecuencia directa
e inevitable de la propiedad privada de los medios de producción. Los
propietarios privados de estos medios se guían exclusivamente por su ambición
de seguir enriqueciéndose a cualquier coste. Es más, necesitan una cantidad
mínima de desempleo estructural para que, mediante la competencia entre los
trabajadores, los costes de mano de obra se mantengan lo más bajos posibles.
La obtención de beneficios (plusvalía) es lo único que guía
a los poseedores de los medios de producción, pero de una manera hasta cierto
punto inconexa, anárquica. Esta falta de planificación de la economía es lo que
provoca las Crisis Económicas que tan graves consecuencias tienen para los
trabajadores. Por lo tanto, la aspiración estratégica del Sindicalismo de Clase
es la Propiedad Social de los Medios de Producción como condición
imprescindible para la consecución del pleno empleo para todos los trabajadores.
Pero, mientras tanto, debemos trabajar por mejorar las
condiciones de vida y de trabajo de la Clase Obrera. Debemos EXIGIR trabajo a
los responsables de los distintos gobiernos. Planes de Trabajo Público de
aplicación inmediata a través de las distintas administraciones. Planes como el
extinto “Empleo Comunitario” para los trabajadores agrícolas, a través del cual
se le garantizaban 16 días de trabajo mensuales en los ayuntamientos a todos
los obreros agrícolas, remunerados conforme al correspondiente Convenio
Colectivo del Campo. Este sistema fue liquidado en 1984 con la colaboración
necesaria de esas instituciones corruptas autodenominadas “sindicatos
mayoritarios”.
Se sustituyó por un sistema asistencial llamado PER y ahora
AEPSA, que generó los mismos problemas de perversión, corrupción e injusticias
que la llamada “renta básica de inserción”.
Con este sistema se “pervirtió” la conciencia de clase de
gran parte de jornaleros, se les desorganizó y se consiguió su adaptación a una
vida asistencial, miserable pero cómoda. Fue el principio del fin del
Movimiento Jornalero en Extremadura y Andalucía. Estos mismos fines se persigue
con la llamada “renta básica” sobre todo entre los jóvenes.
Por lo tanto y resumiendo, desde el Sindicalismo de Clase la
posición debe ser:
- Rechazo absoluto de la Renta Básica Universal por
reprobable e indecente, además de idealista e inviable.
- Rechazo de la llamada “Renta Básica de Inserción” por
ínfima, insuficiente, de aplicación subjetiva, arbitraria y abusiva y por
generar la adaptación, adormecimiento y desorganización de los trabajadores.
- Exigencia de Trabajo como Derecho inalienable de todos los
trabajadores.
- Exigencia de Planes de Empleo Público para desempleados
ejecutados de forma inmediata por las distintas administraciones.
- En última instancia, implantación de un Subsidio de
Desempleo DIGNO para todos aquellos trabajadores a los que no se les garantice
un empleo.
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