Ayuntamiento de Córdoba”.
Son las contundentes declaraciones de Olga Perales Lara, Presidenta de la Asociación ARTEMISA, que representa a las trabajadoras de ayuda a domicilio en Córdoba.
Hoy sábado 16 de junio se ha celebrado una jornada de convivencia, difusión y debate en el Centro Social Rey Heredia, bajo el título “La Ayuda a Domicilio no está en venta”. Organizada por Artemisa con la colaboración del Sindicato CTA y el partido En Córdoba Podemos. Desde las 10.00h de la mañana hasta bien entrada la tarde, con la presencia de trabajadoras afectadas, sindicatos, afectados por la dependencia, familiares, una nutrida representación de Podemos Córdoba y GANEMOS Córdoba y la presencia del ex- Delegado de Servicios Sociales Rafael del Castillo de IU. Estaban todos los partidos políticos invitados, pero ninguno más emitió respuesta ni ha acudido a los actos.
Pero ¿Qué pasa con la Ayuda a Domicilio en Córdoba?
Se trata de una competencia propia y de obligada prestación por parte de las Administraciones. La Junta de Andalucía aporta un presupuesto y la competencia de gestionar el servicio está transferida al Ayuntamiento.
El Ayuntamiento de Córdoba viene gestionando este servicio a través de una prestación externalizada (una privatización), que opera reduciendo a la mínima expresión las condiciones de las trabajadoras del servicio: condiciones precarias, contratos de poca duración, sueldos bajos, inestabilidad… precariedad para las trabajadoras.
El negocio está en la vulnerabilidad y en la dependencia que ésta pueda generar. Sobre todo en la
vulnerabilidad y la dependencia de las clases sociales más empobrecidas, que es la masa mayoritaria.
Decía Rafael del Castillo que para entender este conflicto, que es un conflicto que nace en el germen de la diferencia de clases, hay que situar el debate y el diálogo en la clase social afectada. Que las razones para la municipalización de este servicio son por una parte la mejora de la prestación, orientada a los usuarios. Por otra la mejora de las condiciones de las trabajadoras del servicio, y por último la dignificación de la actividad.
Apuntaba la Concejala de Ganemos Córdoba Vicky López, que estamos ante un conflicto feminizado:
condicionado por el lastre de la historia de la mujer cuidadora, que la sitúa al pie de la obligación de cuidar
de los demás a coste cero, como obligación indisociable de su condición de ser mujer.
Contextualizado ya el asunto, es una exigencia la municipalización de la Ayuda a Domicilio y la subrogación
de las trabajadoras que prestan el servicio, mediante el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores: que se
deje de sacar la concesión del servicio y se preste directamente por parte del Ayuntamiento, a través de una empresa municipal, como ocurre con la gestión de residuos (SADECO), de las aguas (EMACSA),… con la gestión de cementerios (CECOSAM). Porque solo la municipalización del servicio puede garantizar unas condiciones aceptables para trabajadoras y usuarios.
¿Soluciones? La creación por parte del Ayuntamiento de Córdoba de un organismo autónomo. O la incorporación de la competencia de Ayuda a Domicilio a otro organismo ya creado. Y ambos casos, la subrogación de las trabajadoras. No seríamos pioneros: existen casos reales de prestación municipal del servicio, casos de éxito: en Jerez, en Pamplona, en Albolote, y en otro largo etcétera de localidades.
No tenemos certezas de cuáles serán los siguientes pasos del servicio de Ayuda a Domicilio. Ni de cómo de prioritario es para el Ayuntamiento de Córdoba la resolución de este conflicto. Pero una cosa sí es cierta: la
vulnerabilidad y la dependencia nos puede afectar a todos. No dejemos que de nuestra necesidad y de
nuestra dependencia se haga un negocio.
Secretaría de Comunicación de CTA
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